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Cómo diseñarte un ambiente para estar más saludable

¿Te ha pasado que estás en la caja del súper, de pronto vez el cepillo de dientes y recuerdas que necesitas uno? O vez el pastelito de chocolate y lo compras por que al verlo se te antojo . ¿Recuerdas esa frase de: “sólo de verte comer eso, se me antojó”? Probablemente antes de eso no lo habías considerado o planeado, pero el ambiente en el que te desenvuelves se ha vuelto un detonador para toma una decisión.


Nuestro ambiente determina por completo las probabilidades de que tomemos alguna decisión. Dependiendo en el ambiente en el que estemos inmersos, será la probabilidad de que tomemos X o Y decisión.

Quiero compartir un ejemplo de mi imperfecta vida real: cada que voy a una fiesta y veo la coca-cola deseo tomarla (si, soy nutrióloga, pero también humana) y entonces se me antoja y decido tomarla. Y como he asociado siempre el refresco a momentos de fiesta, de abundancia... no me tomo un vasito (no señor), ¡me tomo varios!. Pero si estoy en casa sola con mi familia, mi bebida de predilección es el agua simple. Ni siquiera me gusta el agua de fruta, porque según yo es muy dulce (jajaja, como si la coca cola no lo fuera). Entonces analicemos, aquí hay dos datos relevantes: 1, el ambiente de la fiesta o comida familiar donde hay refresco disponible, incrementa mis probabilidades de elegirlo como bebida, y 2, cuando estoy en mi casa, cuyo ambiente procuro que la bebida de tiempo sea agua natural, la elijo sin pensarlo, sin meditarlo. Es algo automático.


Y es que así son los hábitos, son acciones que realizamos en automático, sin pensarlo. ¿qué podemos para no ser víctimas del ambiente? Diseñarlo ó rediseñarlo a nuestra conveniencia: en este caso, para crear un ambiente mucho más sano para ti y tu familia.


¿Cómo lo diseñamos?
Creando señales visuales obvias que nos ayuden a elegir por predilección lo que está disponible.

Como les platiqué en el ejemplo, yo si no veo la coca, ni por la mente me pasa el tomarla. Pero si la tengo enfrente, tengo que hacer acopio de mi fuerza de voluntad para no tomarla.


Llena tu ambiente de las señales visuales obvias que necesites para desencadenar la acción que quieres que suceda. Por ejemplo: deja llena tu botella de agua con anticipación, así al verla será más probable que la tomes y que no te acerques a la maquinita de refrescos.


Aquí les comparto 5 ejemplos que pueden implementar para diseñarse un ambiente más saludable.

1. Ten tu ropa de ejercicio a lado de tu cama para cuando te despiertes, o cerca de la entrada de tu casa, para cuando regreses de tu trabajo

2. Poner en tu agenda, día de compras. Recuerda, lo que está agendado es lo que sucede.

3. En tu refri, coloca en la repisa que quede más a la altura de tu vista, las opciones a las que quieres darle preferencia de consumo. Por ejemplo: fruta picada, o la bandeja de ensalada.

4. Mantén siempre agua fría en el refri, de esta forma, tendrás una bebida apetecible antes de recurrir a un refresco o bebida azucarada

5. Ten comidas congeladas o preparadas en tu refri, de tal manera, que sean tu primera opción antes de elegir comprar algo


Déjenme saber en los comentarios si ustedes tienen más sugerencias.

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